De vez en cuando llegan noticias parecidas a esta de la que os pasamos en enlace a continúación. Én este mismo blog hemos comentado alguna en este sentido, aunque ésta adquiere protagonismo por sí misma.
La noticia es de Alicante capital, en cuyas playas el Ayuntamiento lleva desarrollando durante varios años, en concreto desde el 2002, un servicio que denomima "Servicio lúdico social gratuito para personas con discapacidad".
http://www.europapress.es/comunitat-valenciana/alicante-00391/noticia-ayuntamiento-abre-manana-playas-servicios-ludico-sociales-gratuitos-personas-discapacidad-20090630175915.html
Hasta ahi bien, hay que agradecer que Ayuntamientos como el de Alicante tengan en cuenta determinados apoyos y facilidades para que las personas con discapacidad puedan disfrutar de la playa y de sus días de vacaciones en las mejores condiciones.
La pena es que un Ayuntamiento de una importante ciudad como este, no esté convenientemente asesorado e informado en materia de ocio y discapacidad. Como sucede tantas veces en este ámbito, hay recursos pero no convenientemente orientados a la calidad de vida de la persona con discapacidad.
Lo decimos porque la concejal de Turismo destacó el valor de este servicio "porque posibilita que las familias con personas con discapacidad puedan optar por elegir un destino turístico en el que vean cubiertas todas sus especiales necesidades". ¿las de la persona o las de la familia? Parece que se contempla a la persona con discapacidad sólo desde un punto de vista dependiente destacando la atención a la familia por encima de las posibilidades de la persona con discapacidad de disfrutar de unos días vacacionales.
Por otro lado se entiende este servicio lúdico social como un aporte de "fisioterapeutas, psicólogos, trabajadores sociales y logopedas, entre otros profesionales, que serán los encargados de atender a los usuarios. Cada persona con discapacidad intelectual contará a su vez con un monitor personal".
Increible que tantos recursos y tanto coste invertido en este servicio y que no se haya advertido que las personas con discapacidad intelectual cuando van a la playa quieren tener VACACIONES, descansar, bañarse, tomar el sol, escuchar música, etc.., como todo el mundo.
De la misma manera que los demás huimos de nuestras rutinas diarias, suponemos que los responsables de esta iniciativa no entenderian que les pusieramos en la playa un ordenador, su psocólogo personal o su logopeda si alguno tiene algún problema disfásico, sino que les encantaría descansar en esos días de sol y playa disfrutando de pasar tiempo con su familia o amigos.
Dejemos de entender a la persona con discapacidad intelectual como un individuo objeto de constantes y permanentes terapias. Respetemos al menos su tiempo de ocio, preguntemosles, no desvirtuemos ese limitado espacio de libertad y de tiempo libre. No convirtamos la playa en otro espacio terapeútico físico y psicológico, podríamos acabar llenando las playas de batas blancas pensando que hacemos algo bueno para las personas con discapacidad.
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